martes, 14 de febrero de 2012

BIOÉTICA





v  Etimología:

Bio = del griego antiguo βιο, que significa "vida"
Ética = del griego ethos que significa manera de ser o de adquirir las cosas, costumbre, hábito; más el sufijo ico (relativo a) que se refiere a la rama de la filosofía que estudia la moral y la manera de juzgar la conducta humana.

v  Definición:

Según la Encyclopedia of bioethics y el grupo de cualificados expertos que redactaron en 1.991 el llamado Documento de Erice sobre las relaciones entre la bioética y la deontología médica con la Medicina Legal, la Bioética se define como:
“Estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias de la vida y de la salud, examinada a la luz de los valores y principios morales”.

v  Génesis Histórica:

El nacimiento de la bioética hay que reconocérselo a dos científicos clínicos, de origen holandés, pero que en los años sesenta trabajaban en los Estados Unidos: el oncólogo Van Renselaer Potter y el fisiológo de embriología humana André Hellegers (1.925-1.979), ambos catedráticos universitarios e investigadores. Potter posee el mérito de haber forjado el término “bioética” y haber elaborado los rasgos esenciales de la fisonomía de esta nueva rama del saber. Por su parte, Hellegers "fue quien introdujo el término bioética y, con él, un campo de investigación de interés común, en el mundo académico, en el de las ciencias biomédicas, en el gobierno y en los medios de comunicación”, aportando, además, cambios notables al modelo de bioética delineado por Potter. Pero sobre todo esto hay que aportar algunos datos posteriores.

La aparición del término “bioética” tiene fecha y “lugar” precisos. En 1.970, Potter publicó un artículo con el título Bioethics: Science of Survival. El título, además de lanzar el nuevo término, proponía una concepción precisa de bioética: “ciencia de la supervivencia”. Enseguida veremos cuál es el significado de esta expresión. Potter, al poco tiempo, le añade otra y no con un artículo, sino con todo un libro: Bioethics: Bridge to  the future, que aparece en enero de 1.971 y en el que están recogidos varios de sus artículos.

Reduciendo a lo esencial todo lo que habría que decir,  incluimos un mínimo de explicación de la no habitual terminología y de la concepción inicial de la bioética por Potter. Potter compartía con otros estudiosos  y pensadores la convicción de que la existencia de la especie humana no sólo no está garantizada, sino que se encuentra seriamente amenazada. Esta amenaza se ha hecho particularmente grave en nuestro tiempo debido a las graves alteraciones de los equilibrios biológicos y a la creciente contaminación de los ecosistemas, fruto de un saqueo insensato de la naturaleza por parte del hombre, que actualmente se encuentra en posesión de formidables poderes manipuladores, que le han conferido los vertiginosos progresos tecnológicos, especialmente en las biotecnologías, producidos en un contexto de separación neta entre ciencias experimentales y ciencias humanas, especialmente la ética. Por esto se produce la propuesta de una nueva materia de estudio con la tarea específica “de la investigación de una sabiduría, es decir, de un conocimiento que nos haga capaces de realizar juicios adecuados en relación con lo que podría constituir un progreso físico, cultural o filosófico para una supervivencia humana valiosa”.

Podemos intuir ya en qué sentido los nuevos estudios se configuran como  “ciencia de la supervivencia” y “puente hacia el futuro”, puente entre ciencias experimentales y ética que esté en condiciones de garantizar el paso, un “puente” hacia el futuro. Pero ¿por qué llamarla bioética? Es singular y sorprendente la respuesta que el mismo Potter da a Reich en una entrevista el 31 de agosto de 1.992: “Un día, mientras se alejaba de McArdle  Laboratories for Cancer Research” de la University of Wisconsin, se brotó en la mente de golpe la palabra “bioética”, que “fue precisamente en Eureka feeling”. Intuición de la que el mismo Potter se ha encargado de mostrar la racionalidad de significados y contenidos: “La Bioética ha aparecido como una nueva materia de estudio que enlaza el conocimiento biológico con el conocimiento de los sistemas de los valores humanos. He escogido bio para indicar el conocimiento biológico, la ciencia sobre los sistemas vivos, y he elegido ética para indicar el conocimiento sobre los sistemas de valores humanos”. De modo más amplio: “El género humano necesita urgentemente de una sabiduría como guía para la acción, un saber cómo utilizar el conocimiento para el bien y el futuro de la condición humana, de una ciencia de la supervivencia, la bioética, que tiene el requisito fundamental de promover la calidad de vida. Consideramos que esta ciencia de la supervivencia debe ser construida, desde luego, sobre las ciencias biológicas pero llegando más allá de sus confines tradicionales, es decir, incluyendo los elementos fundamentales de las ciencias sociales y antropológicas, con particular referencia a la filosofía en su sentido estricto de “amor a  la sabiduría”.

v  Autores:
Potter también índica cuáles han sido  sus principales inspiradores: C.H. Waddington, profesor de genética animal de Edimburgo, “un bioético antes de que la palabra fuese inventada”; M. Mead, la conocidísima antropóloga, quien en un artículo decía: “tenemos necesidad en nuestras universidades de cátedras de futuro”; T. Dobzhansky, “que colaboró vitalmente en toda la estructura de la bioética que yo estaba pensando”, por último, Aldo Leopold, un ecologista que tuvo el mérito de entender la correlación entre comportamientos humanos y equilibrio del ecosistema, y sus efectos en la evolución del mundo y de la especie humana.

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